En tickets grandes las compras con tarjeta o pagos online ya reperesenta el 65%. En el caso de valores menores, el 50%. Así lo revela un informe de la consulta Accenture.
Aunque parezcan datos de otras partes del mundo, en Latinoamérica el futuro de los pagos digitales se consolidan. Las nuevas generaciones se están apropiando de las facilidades y ventajas, en mucho casos, de las billeteras electrónicas.
En un estudio que incluye a 16.000 clientes de 13 países diferentes, confirma que la crisis del Covid-19 dejó algunas secuelas. La dispersión de métodos sigue creciendo y el uso varía según el tamaño del ticket.
Por ejemplo, para compras de ticket pequeño en este continente el 74% de las operaciones son en efectivo y usando tarjetas de débito cuando se compra en el comercio. Pero, este número se eleva al 50% si la compra es online.
En el caso de los tickets más grandes, el 77% de las compras se utiliza tarjeta pagando en persona y el
65% con tarjeta pagando online.
Este es el detalle de los métodos de pagos en la compras pequeñas, según los datos de Accenture. La columna azul son las operaciones presenciales en locales y la violeta representa a las virtuales.
Ahora, cuando analizamos los datos en compras grandes, el uso del efectivo se reduce significativamente, alcanzando el 12%
Para la consultora, los métodos de pagos que optarán las próximas generaciones serán diferentes a los actuales. Motivos: los cambios en el comportamiento de los consumidores, los avances tecnológicos y la competencia innovadora.
La investigación de Accenture revela que más de la mitad de los consumidores en los principales mercados han utilizado herramientas como billeteras digitales, que son más populares que las tarjetas de crédito. En muchos casos, y en un contexto inflacionario, muchas billeteras digitales ofrecen tazas positivas en caso de tener el dinero en sus aplicaciones. Tanto MercadoPago, como Ualà o Banco del Sol (Sancor) tratan de tentar a los usuarios generando beneficios diarios.
Accenture aclara, que las entidades bancarias tradicionales emisores de tarjetas que adoptan un enfoque tímido hacia la innovación de pagos podrían perder $89 mil millones en ingresos en los próximos tres años.
Para descargar el informe completo “Payments gets personal, How to remain relevant as
consumers seek control”, has click aquí